3 de enero
Festividad del Nombre que está sobre todo nombre, Jesús, Salvador de la humanidad

Es momento de alabar  y exaltar el nombre de Jesús en todo momento.

Que ha hecho Jesús por ti? Qué hizo por todos nosotros? Realmente creemos en su sacrificio por nuestra salvación? Realmente creemos que es el hijo de Dios? Creemos firmemente que Dios le dio todo el poder sobre todas las cosas y elevó su Nombre sobre todo nombre de hombre?

Por qué entonces no contárselo a nuestros amig@s, compañer@s, vecin@s, familia, etc.!

A veces la gente se pregunta porqué vamos a la iglesia, hoy es cuando dar respuesta.

Sin embargo es increíble como es fácil hablar de todo lo que pasa en el mundo, el ambiente, la sociedad, la política, la corrupción, la pobreza, la desigualdad, las alegrías, los viajes, las vacaciones, etc.

Pero nos cuesta tanto, reconocer a Jesús como más importante que todas esas cosas, cosas ocasionadas por la misma indiferencia y egoísmo del hombre.

Podemos hablar de todo en todo momento, con los amigos en reuniones de trabajo, recreativas, sociales, fiestas, redes sociales, etc., pero es increíble como en las reuniones de grupos de la iglesia, también llevamos éstos temas, y dejamos por un lado a Jesús, creemos que por estar en la reunión, asamblea o congregación, con gente de iglesia, nadie tiene necesidad de escuchar el nombre de Jesús, o bien Jesús mismo quiere escucharnos hablar de Él.

Romanos 10, 13-15
...porque: TODO AQUEL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERA SALVO. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito: ¡CUAN HERMOSOS SON LOS PIES DE LOS QUE ANUNCIAN EL EVANGELIO DEL BIEN!…

Y realizamos planes, programas, eventos, anteponiendo las cosas materiales y su valor, el ambiente climático y tendencias por la época del año, entre otras cosas.

Y Jesús???

Será que realmente lo creemos nuestro Señor y Salvador?... 

Bueno yo trataré de ser la diferencia aunque no agrade a la mayoría, puesto al que quiero agradar es a mi Señor.